Como ciudadano estadounidense, el ejercer nuestro derecho al voto es una manera de contribuir a la sociedad y que nuestros reclamos contra leyes y políticas que violan nuestros valores y los valores de este país sean escuchados sin recurrir a la violencia. No debemos descartar nuestro derecho al voto simplemente porque no estemos de acuerdo con todas las políticas o porque no creamos en las promesas de los candidatos. Es cierto, que nunca podremos estar 100% seguros de lo que hará un candidato o el otro al ser elegido presidente, pero si podemos educarnos antes de ir a las urnas y votar. Podemos informarnos sobre los candidatos y las acciones que han tomado en un pasado con respecto a varios temas como inmigración, impuestos, salud, educación, la economía, entre otros. También, podemos evaluarlos con respecto a cómo actuaran en un futuro como presidente sobre esos temas. Podemos evaluar con que respeto o falta de respeto se dirigen a la población, y si sus valores y políticas suelen apoyar o estar en contra de los nuestros.
Nuestro voto es nuestra voz. Nuestra voz podría hacer la diferencia en el futuro de nuestros hijos, nuestra comunidad y el país. Tener el privilegio de votar no es lo mismo que ejercer ese derecho. Nada hacemos con tener el derecho al voto si ese derecho no lo ejercemos. Hay que salir a votar para darle voz a quien no tiene voz y para no dejar que otros decidan por nosotros nuestro futuro en este país. Si usted no sale a ejercer su derecho al voto, usted esta dejando que otros decidan por usted como se resolverán muchos temas que no solo pueden afectarle a usted directamente, pero también a otros en su comunidad.
Hasta la fecha los medios de comunicación reportan un total de más de 56.8 millones de votos recibidos entre los votos recibidos por papeletas de votación por correo y los votos emitidos en persona. La expectativa para estas elecciones es que los votos emitidos sobrepasaran 150 millones, un número que se espera hará historia.
Con respecto al ámbito migratorio, las políticas de Trump se inclinan a un extremo contra la inmigración, ya sea legal o ilegal. Durante los cuatro años de la Administración Trump hemos visto esfuerzos en limitar la inmigración legal al país por medio de demoras en la adjudicación de casos para la residencia y naturalización como también cierres de oficinas internacionales de USCIS. Trump también ha limitado la inmigración legal sin recurrir al congreso por medio de políticas antinmigrantes como lo es la regla federal sobre carga pública que recién tomo efecto el 24 de febrero del 2020. Las cortes de inmigración también han sufrido atrasos que podrían tomaran años o décadas para ser rectificado. Muchos casos de personas en trámite de deportación que fueron cerrados administrativamente bajo la política de prioridades implementada por Obama por ser una persona de baja prioridad para deportación han vuelto a ser agendados por el gobierno causando un aumento significativo en casos pendientes ante los tribunales de inmigración al nivel nacional. El derecho al debido proceso ha sufrido grandes ataques bajo Trump dado a que la Administración implemento una cuota de casos finiquitados que los jueces deben cumplir. Esto significa que muchas personas en trámite de deportación podrían no tener un juicio justo.
En ser reelegido como presidente, el plan de Trump con respecto a inmigración no cambiara. Seguiremos viendo esfuerzos para terminar con el DACA, TPS, y limitar aún más la inmigración legal. Las categorías migratorias familiar podrían verse significativamente limitadas y algunas eliminadas de un todo y reemplazadas con un sistema migratorio basado en mérito. Bajo un sistema migratorio basado en merito, el enfoque no sería en la unión familiar, pero más bien en las habilidades de la persona, el ingreso, la edad, y salud, entre otros factores.
En cambio, Biden ha prometido revertir muchas de las políticas restrictivas de la Administración Trump durante los primeros 100 días de ser elegido presidente. Entre ellas, restaurar el DACA por completo, reevaluar la situación sobre el TPS, revertir los cambios a la regla de carga publica implementados bajo Trump, y mejorar las políticas migratorias para personas quienes llegan pidiendo asilo político.
Todos entendemos que, para efectuar cambios en leyes, un presidente no puede actuar unilateralmente. El presidente puede defender y apoyar un proyecto de ley durante el proceso legislativo. Con respecto a inmigración, esto es lo que Biden ha prometido hacer a favor de la comunidad inmigrante. En ser el tema de inmigración uno de los temas importantes para nuestra comunidad, nosotros quienes tenemos el derecho al voto debemos prestar atención a las inclinaciones del presidente Trump y el candidato Biden en esta materia. Cuando vayamos a ejercer nuestro voto, no olvidemos que tenemos un privilegio muy grande y que nuestro voto podría hacer la diferencia en la vida de nuestros seres queridos y nuestras amistadas.
Aviso Legal: La información que los lectores reciben por este medio es de carácter general y no substituye una consulta formal con un abogado de inmigración.
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